Bienvenidos!!

Espero que os guste la Historia y que dejeis algun comentario!! Pero sobre todo disfrutar!!

Por cierto dejo la direccion de otro blog..


http://historias-de-cuadrilla.blogspot.com/


viernes, 21 de mayo de 2010

Capitulo 5, La ronda y La elección







Muy lejos de allí, unos ojos se abrieron después de permanecer cerrados durante mucho tiempo. Los labios también volvieron a la vida y susurraron.


-Ilargia… ¿Dónde estas amor mío?-



-Ilargia, tal vez deberías vestirte un poco mas formal, hay un evento importante dentro de unas horas.- le dijo Elizabet que estaba sentada en el tocador de su habitación.



-Yo creo que esta perfecta así.- Tomas le rodeaba con los brazos, los dos estaban detrás de Elizabet.



-Por supuesto que esta perfecta para ti, pero sabes lo exigentes que son con la etiqueta esas piedras viejas. Así que ponte este vestido.- le lanzo un vestido negro con cintas doradas, de estilo victoriano con corsé. Ilargia asintió mientras se fijaba en que Elizabet llevaba uno también de estilo victoriano pero con colores verdes, mientras que Tomas llevaba un traje de chaqueta.


Se volvió a dirigirse al baño, entro y cerró la puerta.



-¿Qué crees que pasara cuando la vean?- pregunto Elizabet.



-Es imposible de saber, su sola energía ya ha cambiado todo el castillo, no hay vampiro al que no le afecte, todos están mucho más felices, me atrevería a decir que mucho más completos incluso.- le respondió Tomas pensativo. -Me pregunto quien será…-



-O que será.- susurro Elizabet también pensativa.



-Solo hay una cosa a ciencia cierta…- comenzó a decir Tomas.



-No me hables de ciencia que sabes que no me gusta.- le corto ella. El siguió hablando sin inmutarse.



-… que tiene una fuerte energía buena para los seres de la noche.-



-¿Cómo la luna?- pregunto Elizabet medio en broma.



-Exactamente igual que la luna.- le respondió su hermano también medio en broma.



Entonces salio Ilargia del baño ya con el vestido puesto.



-Te queda precioso- le elogio Elizabet.- ahora solo hace falta peinarte.- se levanto y sentó a Ilargia en el tocador, eso fue el comienzo de una larga sesión de peluquería, que finalizo con Elizabet satisfecha, Tomas absorto en un libro e Ilargia con un hermoso peinado a juego con su vestido.



-Ya es hora de ir.- sentencio Tomas mientras tomaba la mano de Ilargia con la suya.



-¿A dónde vamos?- pregunto ella con una sonrisa dulce.



-A la elección- le respondió Elizabet, estaban todos a punto de salir de la habitación cuando llamaron a la puerta con firmeza.

-¿Quién será?- Ilargia con inocencia en los ojos observaba la puerta mientras hablaba.

- Lo mejor será abrir la puerta y mirar.- Elizabet se acerco y con un movimiento rápido abrió la puerta.

Al otro lado se encontraba un chico asustado vestido con ropas humildes, con los brazos sujetaba una bandeja llena de botellas… botellas de sangre.

Tomas sonrió- Había olvidado que hoy era día de ronda, querida Ilargia, ¿te importaría esperar en mi cuarto?- aunque fue formulada como pregunta era mas una orden, al parecer cuando se habla de sangre los vampiros no bromean.

Comenzó a empujar a Ilargia fuera de la habitación con ansia y la arrastro por el pasillo ya sin esperar a que ella misma andará, metiendo la en su habitación y cerrando la puerta con rapidez.

Ilargia se asusto y apoyada en la puerta intento escuchar lo que ocurría al otro lado.

Oyó como se abrían dos botellas, luego un grito ahogado de Elizabet y uno de terror del chico, después… simplemente el sonido de algo desgarrado y de succión.

Primero intento abrir la puerta, pero la había cerrado con llave, desde el otro lado Elizabet le grito.- no salgas ahora al pasillo.- Ilargia decidió alejarse de la puerta, busco algo afilado ya que, aun que le habían tratado bien, ella también podía acabar como suponía que había acabado el chico. Se escondió desde un lugar donde podía ver la puerta y estaba cerca de la ventana, encogida contra la pared y con un cuchillo que había encontrado en una repisa, cerca del pecho.

Pasaron algunos minutos hasta que la puerta se abrió, entro Tomas y busco a Ilargia con la mirada, cuando sus ojos se encontraron, el vio el temor en los mil colores de sus ojos.

Le tendió los brazos con una sonrisa.

-No te preocupes, nunca te intentare morder ni te are daño.- ella aun le miraba con recelo, pero se levanto y se fue acercando con cautela.- te lo prometo.- fueron tan sinceros su voz y ojos que le creyó, dejo el cuchillo sobre la repisa y acepto el brazo que le tendía. Salieron al pasillo donde Elizabet les esperaba, allí no quedaba rastro del muchacho, solo una botella que Elizabet agarro y guardo en su habitación con una sonrisa.

-Por si tengo ganas después.- aclaro, se pusieron en marcha.

Ilargia se sintió agradecida por no haber visto el macabro espectáculo mientras caminaban por pasillos y bajaban escaleras.

-Llegamos tarde, ya están todos allí.- dijo Tomas al ver que no había nadie por el resto del castillo.- menos mal que ya estamos, espero no que lleguemos muy tarde- abrió una puerta que había frente a ellos, una enorme puerta de roble negro con yedras de plata surcándola.- justo a tiempo.-

Detrás de la puerta se extendía una enorme sala con suelos de mármol, columnas y arcos de estilo barroco, toda la estancia estaba llena de gente, todos engalanados con trajes antiguos y formales.

En el otro extremo contrario a la puerta por donde entraron un atrio de mármol se elevaba levemente, encima dos asientos también de mármol guardaban dos estatuas, una de cuarzo rosa que representaba a una hermosa mujer y otra de onix de un hombre.

Ilargia se maravillo con la perfección con la que estaban echas las estatuas, cuando desde lejos estaba mirando el rostro de la mujer, esta abrió los ojos.

-Que comience la elección.- dijo una voz que resonó por toda la habitación acallando el murmullo del gentío. La voz provenía de la estatua negra.

martes, 18 de mayo de 2010

Capitulo 4, el nombre... completo





La muchacha escucho como una voz dulce le llamaba, aquella voz que se escondía al final del túnel de su mente, la llamaba con insistencia, aquella voz que le llamaba por su nombre, un nombre que a la vez era ajeno y propio.



¿Cual era aquel nombre con el que la llamaban? ¿Cuál, cual… cual…?


Estaba apunto de llegar al final del túnel, cuando la dulce voz la llamo por ultima vez…



-Ilargia.- susurro con un tono triste la voz.- despierta.- ordeno la voz, pero esta vez era otra voz.



Y despertó, abrió los ojos y se encontró con otro par de ojos que le observaban divertidos.


Eran dos ojos verdes, parecidos a los de Elizabet pero distintos, por que los de ella asustaban, pero aquellos… aquellos eran terroríficos.



-Eres un regalo muy dormilón, Elizabet ya ha vuelto y han pasado ya dos días.- dijo aquel vampiro con aire distraído, estaba de rodillas sobre la cama, con la mitad del cuerpo inclinado sobre ella y cada brazo aun lado del cuerpo de la muchacha.


-No he querido despertarte por que no tenía mucha sed y se te veía muy guapa dormida.- sonrió mientras se acercaba un poco, ella contuvo la respiración.- y ahora que veo tus ojos te veo aun mas guapa.- la distancia desapareció y el beso con pasión sus labios.


Ella quedo paralizada en su mente, pero su cuerpo no.


Lo acerco a ella queriendo gozar de su roce, pero el pronto se aparto y ella recupero el control de su cuerpo, se sentó en el borde de la cama.



-Vaya, no me esperaba esta reacción, aunque ya me habían dicho que tenías una buena actitud.- sonrió mientras se levantaba de la cama,- pero creo que lo mejor es presentarme primero y después buscarte un nombre, ¿no crees?- ella asintió- Muy bien, yo me llamo Tomas o Toni, como prefieras- el se había girado y esta rebuscando en un armario- Aquí esta- se volvió a girar hacia ella y se acerco con un libro en la mano y una sonrisa en la cara.- Es un diccionario de nombres, lo abriremos por una pagina y tu elegirás un nombre con los ojos cerrados. ¿De acuerdo?- le dijo mientras se sentaba a su lado en el borde de la cama, ella volvió a asentir.


Tomas abrió el libro por una pagina al azar y lo puso en el regazo de ella, con las manos le tapo los ojos. Ella señalo un lugar de la larga lista y con la otra mano quito las de él de sus ojos.


-Es un bonito nombre, Ilargia, significa Luna en un idioma de la Europa humana, creo que en el vasco. Me gusta para ti, parece echo con intención.- Tomas sonrió.



Ella empezaba a olvidar su terror inicial y a pensar que tampoco parecía un ser tan maligno como había creído en un principio.



-Ilargia, creo que tendremos que vestirte mas en consonancia con donde estamos.- dijo Tomas mientras se levantaba y le agarraba la mano, comenzó a caminar hacia la puerta, a ella le parecía todo muy extraño, pero era la primera vez en la que le había importado suficiente a alguien, como para molestarse por darle un nombre.


Caminaron hacia la puerta, la abrieron y salieron al pasillo que estaba despejado como un desierto. Fueron al otro extremo y Tomas llamo a la puerta.



Elizabet abrió la puerta, sonrió cuando vio que Tomas agarraba de la mano a Ilargia.



-¿Cuál es el motivo de esta inesperada visita?- dijo sin saludar.



-Ilargia necesita ropa.- explico Tomas.



-¡Ahora tienes nombre!- exclamo ella sorprendida.



-Acabamos de elegirlo.- aclaro el.



-Ah, bueno… Ilargia me parece un buen nombre, es mas, me gusta.- dijo con una sonrisa.- anda, pasar.- y abrió la puerta.

Dejo que pasaran a la habitación mientras se dirigía a un armario enorme, lo abrió y dejo ver una enorme colección de ropa.

-¿Qué estabas buscando? ¿Algo elegante?- dijo sacando un vestido negro largo de corte formal- ¿informal?- saco unos vaqueros y una camiseta que parecía tener un corsé- ¿sexy?- saco una mini falda y un topa ajustados.

-cualquier cosa que me des estará bien- Elizabet sonrió ante aquella respuesta de Ilargia.

Empezó a coger varias prendas y las fue poniendo en un montón sobre su brazo, cuando acabo llevo las prendas al baño de su habitación y le hizo una seña a Ilargia para que entrara, ella se acerco.

-Elige lo que quieras.- dijo Elizabet mientras empujaba a Ilargia dejándola dentro del baño.- y sal cuando te hayas vestido.-

Ilargia comenzó a probarse ropa en el baño y al mismo tiempo los dos hermanos comenzaron a hablar.

- Veo que te gusta.-

-¿Cómo no me iba a gustar?, están distinta, tan pura, tan inocente, tan dulce, pero sobretodo es hermosa.- Tomas hablaba con una sonrisa en el rostro, una parecida se extendió por el rostro de su hermana.

-¿Eso significa que ha encontrado tu corazón y lo ha robado?-

-Aun no lo se, pero solo te diré que por primera vez en mucho tiempo mi corazón vuelve a latir.-

-Cuanto me alegra oír eso…- Elizabet se avalazo sobre su hermano y le dio un abrazo, él sorprendido comenzó a reír. Después de unos segundos el abrazo se deshizo.

-¿Piensas convertirla?-

-No lo se, tal vez primero debería hablar un poco con ella, conocerla, no siempre es bueno fiarse de un dotis, como dicen ahora de un don. Primero la tendré que conocer.-

En el momento en el que pronunciaba esas palabras la puerta del baño se abrió e Ilargia, vestida con vaqueros negros ajustados y una camiseta morada de palabra de honor salvo por unos tirantes que se ataban al cuellos, salio.

-Creo que esto esta bien…- comenzó a decir ella, cuando Tomas se acerco rápido y le tomo por la cintura, mientras le daba un beso con pasión.

-Si, yo también creo que te queda bien.- dijo Elizabet con tono burlón.

sábado, 15 de mayo de 2010

Capitulo 3, el regalo


El silencio volvió a envolverlos pero no duro mucho, un grupo se acerco en dirección contraria por el mismo camino que ellos seguían.



Pasaron unos minutos y por fin se encontraron.





Lucas hablo primero:





-Cuanto tiempo muchachos, ¿van de caza?-





-Pues si, has acertado, ¿solo has traído una?, mi hermano se sentirá decepcionado, no creo que llegue para comprarla primero.- hablo una muchacha con el pelo verde y los ojos del mismo color.- véndeme la a mi, tenia que hacer le un regalo…- sonrió de forma encantadora hacia Lucas.



El miro hacia la muchacha sin nombre.





-¿Quieres que te venda a ella? Aunque se que no te consolara su hermano es de una familia importante y seria un honor que te… él.- ella le miro sorprendida, “¿me esta dando a elegir quien me comerá?” Pensó, se dio cuenta de que él era su “verdugo” y que al menos intentaba ser amable. Antes de que pudiera contestar la chica de pelo verde hablo de nuevo.





-¿Por qué le preguntas a ella? Es solo una ninfa.-





-No soy una ninfa.- susurro la muchacha, pero aunque fue solo un leve susurro la otra le oyó.





-¿Cómo que no es una ninfa? Huele como una ninfa, parece una ninfa…- en ese momento le miro a los ojos y se dio cuenta de que era diferente, tardo un poco en volver a hablar, pero suficiente para dejar claro que estaba sorprendida.- ¿Cuánto quieres por…? ¿Cómo se llama?-





-No tiene nombre.-





-Eres un ser muy extraño pequeña. ¿Cuanto?- volvió a insistir.





-Tráeme cinco litros y prométeme que no… que será rápido.-





-De acuerdo, me la llevo ahora y mañana te traeré tus cinco litros.- se giro hacia sus compañeros.- Esperar, no tardare nada.-





-Aquí estaremos Elizabet.- le respondió uno de los chicos.





-¿Solo valgo cinco litros?- le pregunto la muchacha a Lucas mientras se bajaba del caballo. El se inclino y le quito el brazalete.





-Es mas de lo normal.- le respondió el.- Cuídate.- ella sonrió, Elizabet le paso las manos por la cintura.





-Adiós Lucas.- Dijo sonriendo aun mas.





-Cierra los ojos.- le ordeno Elizabet, la muchacha sintió su respiración en el cuello y se estremeció mientras cerraba los ojos. El aire se empezó a agitar a su alrededor y el suelo desapareció.





-Puedes abrirlos.- solo habían trascurrido unos segundos, con inseguridad fue abriendo los ojos. Estaba dentro de una habitación, completamente verde, cama con dosel verde, alfombras verdes, armarios verdes, mesa verde, silla verde, techo y paredes verdes, ropa verde.





–Es mi habitación, tengo que envolverte regalito.- le dijo Elizabet mientras se movía por la habitación.





Cogió una cinta verde y un trozo de papel doblado. Se inclino en la mesa y le hizo un agujero al papel, después escribió en el, paso la cinta por el agujero y se acerco a ella con una sonrisa.



-Levántate el pelo.- le ordeno, ella lo recogió por una mano, Elizabet le ato la cinta al cuello e hizo un lazo.- Perfectamente envuelta y hermosa.- dijo con una sonrisa de satisfacción.- Vamos.- comenzó a caminar hacia la puerta, ella le siguió.





- Eres muy dócil, me gustas. Espero que decida convertirte y no matarte.- le comento mientras se paraba frente a la puerta, le miro y sonrió ampliamente. Abrió la puerta, miro hacia los lados y salio fuera, se dirigió hacia la puerta de enfrente y llamo, pasaron unos segundos y nadie contesto desde el otro lado de la puerta.





-Bien, no esta, ven.- la muchacha se acerco mientras Elizabet abría la puerta, entraron.





-Ponte sobre la cama.- le dijo señalando una enorme cama negra, todo era negro en la habitación. Ella se tumbo y Elizabet le puso el vestido bien al igual que el pelo.





-Duerme.- ordeno con voz profunda y sus ojos se cerraron, mientras su mente se sumergía en un sueño profundo como el mar.

martes, 11 de mayo de 2010

Capitulo 2, entero




El recolector observo el cielo y vio que iba a llover, decidió que acamparía y paro el caballo frente a una cueva que conocía de los alrededores.



Bajo del caballo y tomo en brazos a la muchacha que seguía dormida, la deposito con sumo cuidado en el fondo de la cueva que no era muy profunda.



Fue descargando el equipaje del caballo y a este lo ato a una saliente de la roca.



Después recogió un montón de madera que había dejado allí tiempo atrás y colocando la futura hoguera en el centro de la cueva, formulo un par de palabras y la madera empezó a arder sola.



Ella comenzó a despertarse, abrió los ojos con las esperanza de haber tenido un mal sueño, pero no, allí estaba el recolector, el no le miraba, estaba absorto en el baile del fuego.



Al darse cuenta de que el pensaba que aun estaba dormida, decido intentar escapar, fue reuniendo valor y cuando por fin se atrevió a correr tomo impulso.



Salio corriendo, atravesó la cuerva seguida de los tranquilos ojos del recolector, cuando se encontraba a cinco metros del recolector una descarga procedente del brazalete le atravesó el cuerpo.



Cayo al suelo exhausta, la lluvia que había comenzado a caer le fue empapando mientras oía como el recolector se acercaba por su espalda, cuando llego a su altura la cogió del cuello y con una mano la tiro hacia la cueva, impacto contra una piedra.



En el suelo de la cueva y con un dolor punzante en el estomago, decidió quedarse quieta, para no recibir mas golpes.



El recolector volvió a entrar y sentarse. Se impuso un silencio solo roto por el crepitar del fuego y la respiración trabajosa de ella.



-¿Cómo te llamas?- le pregunto el recolector.



-No tengo nombre.- aquella respuesta hizo que el recolector estallase en risas.



-Entonces dime sin nombre, ¿Cómo es posible que una ninfa del agua no posea nombre alguno?- volvió a hablar tras ahogar su risa.



-Por que yo no soy una ninfa.- dijo mientras se levantaba del suelo trabajosamente y clavaba su mirada multicolor en los ojos del recolector.



Cuando la mirada de el se encontró con la de ella, el no se asusto por sus ojos, por lo contrario se alegro y dijo con tranquilidad:



-Eres un espécimen raro, me pagaran mas por ti.- y una sonrisa traspaso su cara.



-¿A dónde me llevas?- esta vez fue ella quien pregunto.



- A ese castillo de allí, el que se alza sobre la cima del monte.- señalo.



-¿Qué me vas a hacer ahí?-



-Venderte para que te chupen la sangre.-

Ella se estremeció al escuchar esas palabras y callo, sabiendo que su destino estaba tan negro como el cielo nocturno de aquella noche, en la que las nubes escondían la luz de la luna.

Tras pasar algún tiempo incontable, las nubes se disiparon y la luz se filtro iluminando con brillo plateado el lugar, entonces el recolector se levanto y apago el fuego.

La caverna quedo solo iluminada por la reina de la noche, el recolector se acerco a ella y cogiendo la de un brazo la llevo al caballo.

Se subió el primero y luego la subió colocando delante suya, le paso de nuevo el brazo por la cintura y la apretó con fuerza contra su cuerpo.

Con un movimiento de la mano libre que sostenía las riendas del caballo, se pusieron en camino dirigiéndose hacia el castillo.

Tras unos minutos el recolector, al que le encantaba hablar y se estaba aburriendo dijo:

-Deberías hablar de algo.-

Ella se giro lo suficiente como para ver su cara y le contesto con los ojos peligroso y brillantes a la luz de la luna.

-No me serviría para huir de mi destino.- el se rió por su respuesta.

-Completamente de acuerdo, pero date cuenta que soy la ultima persona que te va a tratar como un ser con sentimientos, en ese castillo solo serás una botella de buen vino o un pellejo lleno de sangre. Si fuera como ellos, estate segura de que no estarías sentada en el caballo, si no que te habría atado una cuerda y te aria caminar detrás.-

-¿si es verdad, como es que haces este trabajo?- la pregunta tomo por sorpresa al recolector.

-Por obligación, marcado para esto desde que nací.- le respondió, ella noto que su voz que era jovial había cambiado y era triste, quiso cambiar de tema y no se le ocurrió nada mejor que preguntarle que:

-¿Cuál es tu nombre? Por que supongo que tendrás uno.- su pregunta funciono y el se rió.

-Cierto, a diferencia de ti yo tengo nombre, Lucas. Aunque pocos me llaman así, todos me llaman recolector.-

-Lucas, me gusta, no lo olvidare.-

-Supongo que no, posiblemente me maldecirás cuando… Dime, ¿Eras feliz allí?, estuve viendo como llorabas y…-

-No, no lo era, pero aun así me gustaba.- dijo consciente por primera vez de que nunca había conocido la felicidad.

Una lagrima resbalo por su mejilla.

Nota: te dedico este capitulo Nere!!!, que eres mi primer fan!!!

Capitulo1, segunda parte



(...)


Después de algún tiempo, la muchacha se encontraba dormida encima de la cama, el joven comenzó a levantarse y alejarse, como siempre hacia, llego a la puerta y la abrió, miro hacia los dos lados del lúgubre pasillo y al no haber nadie salio, cerro la puerta con delicadeza.



-Cada vez mejoras mas tu don, querida hermana.- dijo sonriendo a su derecha.


Entonces, como si saliese de una neblina una figura se empezó a perfilar, una muchacha de pelo verde esmeralda y vestida con ropa humana se apoyaba con tranquilidad sobre la pared. Sonrió hacia su hermano y le observo con dos ojos también esmeraldas.



-Deberías dejar de beber de tantas fuentes y buscar una compañera para la oscura eternidad, ¿No estas de acuerdo hermanito?- la sonrisa de la muchacha se ensancho cuando vio la mueca de su hermano al llamarlo hermanito siendo el mayor.



-No todos somos bendecidos y maldecidos con un corazón hecho para el amor eterno, Lizzy, no todos somos como tu, algunos no tenemos ni alma.- le contesto su hermano, al escuchar esas palabras ella dejo de sonreír y le miro seriamente, mientras que el mudo de la mueca a la sonrisa.



-Toni, no digas esas cosas, seguro que solo es cuestión de tiempo que aparezca la joven que robe tu corazón.-



-Elizabet, primero ha de haber un corazón que robar.- le respondió el, que dando por terminada la conversación se encamino hacia su habitación.



-¡Tomas!- Elizabet le siguió con grandes zancadas – Dejaremos el tema si es lo que quieres.- espero a que su hermano asintiera con la cabeza para continuar.- el propósito de esta conversación era darte la noticia de que me voy de caza y proponerte que me acompañaras.-



-Ahora entiendo esa ropa tan colorida.- dijo el con una mirada hacia la camiseta verde chillón de su hermana.- Pues mi respuesta querida hermana es no, como has podido notar ya me he alimentado y no deseo perseguir muchachitas desvalidas por un cementerio, prefiero la sangre vampiro a la humana, es mucho mas poderosa, pero también prefiero la sangre de otros seres, espero que el recolector vuelva pronto con alguna ninfa, son las mas sabrosas de todas.-



-Los humanos son más divertidos de cazar y además hay más. El recolector tardara aun algún tiempo. ¿Estas seguro de tu negativa?, tal vez puedas encontrar una hermosa muchacha humana que llevar a la oscuridad.- su hermano la fulmino con la mirada y en su cara se dibujo una mueca de repulsión.



-No me gustan los humanos y tampoco el camino que lleva esta conversación, si no hay nada más que tengas que comentar, seria mejor que callaras y me dejaras tener paz.- dijo mientras bufaba.



-Hay algo mas que no incumbe ni el amor y ni la selección de sangre, ¿Iras esta vez a la elección? Ya es tiempo y en las anteriores te lo impedía mi inexperiencia, pero ahora que todos tus lazos de sangre están formados en la defensa de su vida eterna, puedes aspirar a ser nuestro señor durante el mandato de este siglo. Estoy segura de que serias un excelente señor de las tinieblas.- Tomas vio el brillo de la ilusión en los ojos de su hermana.



- No creo que sirviera, hay muchos otros iguales o mejores que yo.- aunque el no se creyó aquellas palabras, pues sabia que no había nadie mejor ni igual a el, las dijo para bajar a su hermana al mundo real.- deja de soñar Lizzy. Y ahora si no te importa me gustaría dormir.- como habían llegado ya a la puerta de su habitación, Tomas entro con rapidez y dejo a su hermana con la palabra en la boca y esta abierta.



Pero volviendo al arroyo donde la muchacha sin nombre se había sumergido y buceaba, llego a una roca y se sentó sobre ella, entonces escucho a lo lejos los ecos de las voces de las hadas.



-El ser de nadie esta buceando hacia nosotras.- las voces sonaban confusas pero aun así supo que decían.



-No dejéis que se acerque más, nadie sabe que es.-



-No se le ve peligrosa, es hermosa-



-Los vampiros tampoco lo parecen y también son hermosos.-



-Es extraña. No tiene nombre.-



La muchacha estaba acostumbrada, pero aun así su corazón sufrió una punzada de dolor y al no soportar las voces se impulso con los pies hacia arriba y salio rompiendo la tranquilidad de la superficie.



Camino hacia la orilla y con los ojos húmedos no por el agua del arrollo sino por la de su interior.



Se apoyo contra un árbol y lloro, cuando por fin, después de desahogarse, se levanto y enjuago sus lágrimas, unas manos frías le rodearon y pusieron en la boca un trapo empapado con un somnífero.


Ella forcejeo pero las manos estaban firmes y mientras se dormía pudo oír aun las voces.



-Es el recolector, los vampiros la devoraran.-



-No podrá escapar. Pobre muchacha de nadie-



-Adiós muchacha extraña.-



Pronto sus ojos y mente cedieron y el recolector observo a su nueva mercancía.



-Hermosa, muy hermosa, me darás muchas ganancias pequeña ninfa.- dijo mientras apreciaba su rostro dormido y le colocaba un brazalete en la muñeca idéntico al que el llevaba.



Llamo a su caballo con un silbido y cuando se acerco, puso primero su presa en el lomo y luego se subió, la coloco de forma que quedaba frente a el y paso uno de sus brazos por su cintura, sujetándola con fuerza a su cuerpo.



El recolector pronuncio un par de palabras y mando a su caballo cabalgar veloz, el paisaje fue difuminándose y cambio del arrollo a la montaña donde el castillo se alzaba.

Nota: Siento que la primera parte fuera tan pequeña, disfruta...

lunes, 10 de mayo de 2010

Capitulo 1, presentaciones



Dentro de un pequeño valle, escondido al ojo humano y traspasado por un gran rió, había un arroyo de aguas mansas y cristalinas donde las ninfas y hadas del agua jugaban.



En un pequeño remanso del riachuelo, donde este se volvía mas ancho y la profundidad aumentaba, se encontraba apoyada en un árbol una muchacha de cabello negro y blanco en las puntas, estaba tumbada en la orilla, con la cabeza sumergida en el agua, los delicados y blancos pies sobre la corteza del árbol, era una posición extraña, incluso para sus compañeras de juegos.



Pero a ella le encantaba, le aclaraba la mente y para alguien como ella aclararse la mente era importante.



Ella era un ser de nadie, aunque vivía con las hadas y ninfas del agua, ella no era una, no había nacido de los remolinos acuáticos, ni de las gotas de lluvia.



Aquellas hadas con las que convivía y tanto la cuidaban, la habían encontrado una noche de tormenta, siendo un bebe desnudo y sin ninguna marca ni nada reconocible salvo dos pequeños tatuajes en la espalda, como si hubiese caído del cielo…



Hacia mucho tiempo de aquello y las diferencias que poseía se habían ido haciendo notar cada vez con mayor ímpetu, desde el primer momento en el que abrió los ojos al mundo.



Sus ojos, aunque hermosos, eran extraños hasta para aquellos seres escapados de los sueños.



Todos los colores se reunían en sus ojos formando un remolino multicolor.


Simplemente por tener unos ojos así sus “protectoras” como ella las llamaba ya la temían, eso le dolía, pues ella las quería.



Cuando su mente paso por aquella idea una pequeña lagrima nació de su ojo y se unió a la corriente del rió, dando se cuenta de que ya había reflexionado mucho, se levanto de la orilla y se puso en pie.



La parte trasera del vestido que llevaba estaba empapado y su cabello goteaba, viendo que el precioso vestido blanco de estilo griego estaba mojado y que su pelo también, decidió que mas agua no le aria daño y con un salto se sumergió en el remanso para bucear.



En un monte no muy lejos y no muy cerca de allí, ya que las distancias aquí son relativas, un castillo negro se alzaba amenazante, dentro de una de sus habitaciones un joven acariciaba el cabello de una muchacha, mientras le susurraba al oído.



-Sabes que para mi es un juego todo esto y que no me importas nada, ¿verdad?-



La muchacha que se estremecía con el roce de su aliento y piel, estaba demasiado perdida en sus sensaciones, pero aquella afirmación la saco de su goce. Calvo sus ojos rojos a causa del deseo en los del joven y dijo con decisión:



-soy una vampira, no soy ingenua y las esperanzas se desvanecieron en la oscuridad de mi primera noche, ¿Por qué piensas que para mi tu no eres mas que una diversión también?-



Los dos sonrieron, siempre es mejor dejar las cosas claras.

Comienzo


Hola!!

Aqui estamos tu, yo y el ordenador.

Mi objetivo con este blog es publicar una de mis historias.

Espero que guste y encontrar gente que me ayude a escribir cada dia mejor.

Por adelantado te pido paciencia, con mis faltas de octografia, o el parafo que no entiendas o mi tardanza en subir un nuevo capitulo.

Asi que sin mas dilacion, comenzemos el viaje a otro mundo.