
Ilargia se quedo paralizada mirando aquellos ojos tan hermosos, tenia la certeza de haberse sumergido en los secretos que guardaban, secretos como quien era.
Cuando volvió a respirar, con cuidado de no destruir aquella mágica imagen, el polvo volvió a provocarle un estornudo que asesino la ilusión óptica con rapidez.
Ilargia volvía ha estar en la habitación polvorienta y solitaria.
-Angelo, busca a Ilargia y tráela, pero limpia primero la sangre, no queremos que la devoren por el camino.- ordeno Niger con su voz profunda como la noche.
Angelo bajo del atril, hizo una reverencia hacia las estatuas y salio de la habitación con paso rápido, mientras sacaba de debajo de su capa negra una pequeña brújula y se perdía por los pasillos del castillo.
-Vosotros tres, escucharme bien, no deseamos que nada malo le ocurra a Ilargia, eso incluye beber de ella.- Argenta miro severa a los vampiros que luchaban aun por contener su sed de sangre.- Un solo rasguño y cualquiera, incluido tu Tomas por que aunque seas el nuevo gobernator…-
-Ahora se dice gobernador.- le interrumpió Elizabet.- Mi señora.- añadió con rapidez al ver los ojos encolerizados de Argenta que le fulminaba con la mirada, tras un incomodo silencio la estatua de cuarzo continuo.
-Como decía, cualquier vampiro o ser de la noche puede darse por muerto tras dañarla.-
-¿Serréis vosotros quienes castiguéis? No os debemos despertar si no es importante…- comenzó a hablar Lucas, pero unas sonoras carcajadas de piedras le interrumpieron.
Las dos estatuas rieron durante unos segundos hasta que recuperaron la compostura.
-Nosotros dormiremos hasta la próxima elección. Así esta escrito y así será, no seriamos nosotros los que nos vengaríamos, pero quien se vengaría seria alguien mucho mas poderoso, hijo de los astros, alguien que podría destruiros con una mirada.- le dijo con una gran sonrisa de piedra Niger.
-Que amigos mas influyentes tiene Ilargia, ¿Cuál es el nombre de ese ser?- Elizabet miro con burla e incredulidad a Niger.
-Su nombre no importa, no creo que ella lo recuerde, pero el si la recuerda, yo no me encariñaría mucho, de un modo u otro pronto se ira del castillo, muerta o viva, pero siempre hacia arriba, esperemos que viva por que si no…- Argenta hablaba con tono enigmático, pero Tomas al que no le gustaban los secretos le corto tajante.
-Argenta, ¿cual es su nombre?-
-Ilargia, ¿Qué haces aquí?- le pregunto Angelo que había entrado en la habitación y observaba con ojos de deseo a Ilargia que estaba sentada en el piano.
-¿Cómo se llama esto?- dijo en vez de responder a la pregunta.
-Piano, sirve para tocar música.- le respondió mientras se acercaba a ella- déjame un sitio.- Ilargia se desplazo un poco hacia la izquierda y Angelo se sentó.- se tocar muy poco.- puso los dedos de la mano derecha en las teclas y con el brazo izquierdo rodeo la cintura de Ilargia y la atrajo hacia si, con la mano en el piano toco una melodía lenta mientras miraba a los ojos de Ilargia.- Como he dicho antes, tus ojos pueden iluminar cualquier noche.- dijo con una sonrisa.
-Y tu descaro puede encender cualquier rostro de vergüenza.- le soltó ella mientras se separaba de el, le lanzo una mirada furiosa y puso los dedos en las teclas.
Comenzó a tocar una melodía lenta, la melodía de la habitación iluminada, fue tocando como si siempre lo hubiera echo, como si no hubiese nada mas que el piano y la música, que se volvía rápida o lenta, grave o aguda.
Cuando termino bajo los brazos y se quedo mirando las teclas. Angelo que había enmudecido tardo un poco en volver en si, pues la música lo había hechizado y capturado. Tras un largo silencio Angelo hablo.
-Tengo que llevarte abajo.-
-¿A la misma sala?- Ilargia ni si quiera levanto la mirada de las teclas.
-Si, vamos.- se levanto, le cogió la mano y la llevo fuera de la habitación, de nuevo a la sala. Cuando se encontraban en mitad de un pasillo desierto Angelo se detuvo y saco una toallita de debajo de su manga, limpio la herida y sonrió a Ilargia.
-Es mejor que no huelan tu sangre, les vuelve tan locos como a mí tus ojos.- tenia en la cara una sonrisa arrebatadora.
-Descarado.- le respondió Ilargia aunque ella también llevaba una sonrisa en su rostro.
-Gracias, me gusta que reconozcan mis esfuerzos.-
Continuaron caminando y llegaron a la gran sala de mármol de nuevo, allí les esperaban solo las estatuas.
Argenta sonrió cuando vio llegar a Ilargia.
-Mi estimada Ilargia, ¿Dónde has estado?-
-La he encontrado en la habitación abandonada.- respondió por ella Angelo.
-¿Te gusta esa habitación?- le pregunto Argenta como a una niña pequeña, Ilargia asintió.- entonces, Angelo manda a alguien, desde ahora será la habitación de nuestra querida Ilargia.- Angelo asintió y salio de la habitación.
-¿Sabe quien soy?- Ilargia miro a la estatua con una mezcla de ingenuidad y esperanza.
-Lo se.- una sonrisa pétrea se extendió por el rostro de Argenta.- Pero no es tiempo de que lo sepas.-
-¿Qué quieres decir?- le pregunto con desesperación ella.- llevo viviendo perdida toda mi vida, ¿Por qué ahora que voy a encontrarme no quieres decir me quien soy? ¿Por que deseas que siga viviendo perdida?-
-Ilargia, tranquila, no deseo que vivas perdida, pero prefiero que vivas.- Argenta le miro con cariño, pero solo recibió una mirada fulminante gélida como la nieve, llena de incredulidad.
Justo cuando iba a hablar Ilargia de nuevo, entro Angelo.
-Angelo, tengo una misión importante para ti.- le dijo Niger con una sonrisa negra.- instruirás a Ilargia para que sepa defenderse, además queremos que seas su protector.- las dos estatuas se sentaron en sus tronos y enlazaron sus manos.- estos son nuestros designios hasta que volvamos a despertar.- las estatuas cerraron los ojos.
-¡Esperar! No me habéis dicho quien… soy…- Ilargia miro como los dos se quedaban inmóviles.- ¿Cuándo volverán a despertar?-
-Dentro de un siglo.- un silencio conquisto la sala durante unos minutos que se hicieron eternos.
-Quiero ir a comer algo.- dijo al final Ilargia.
-Claro, vamos a la cocina para humanos.-
Ohh cada vez se sabe más del pasado de Ilargia, que emoción!!!. Creo que ya te lo dije en un mensaje anterior, pero me encanta ese nombre ^^.
ResponderEliminarCuidate y nos vemos.
Te sigo leyendo.